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Negligencias veterinarias
¿Sospechas que tu animal ha podido sufrir una mala praxis veterinaria y quieres denunciar?
Dime si te encuentras viviendo alguna de estas situaciones
Y lo relacionas con una
negligencia veterinaria:
Llevaste a tu animal al veterinario y ha fallecido, pero no tienes claro por qué.
Pediste una segunda opinión en otro veterinario, pero para entonces ya era demasiado tarde para actuar.
Tal vez el animal no ha fallecido, pero le han quedado secuelas por un error de diagnóstico o de tratamiento.
Quizás has pedido la documentación clínica de tu animal pero se han negado a dártela, o bien te la han entregado con algún error u omitiendo datos.
Es posible que sientas que el trato recibido no haya sido el más adecuado.
Puede que lleves un tiempo dándole vueltas a lo ocurrido. Y que necesites respuestas. Que quieras saber qué pasó.
Que busques explicaciones claras y, en definitiva, conocer la verdad. Saber si se ha tratado de una negligencia veterinaria o un caso de mala praxis veterinaria
Es importante tener presente que todos cometemos errores. Es inevitable, porque somos humanos. La diferencia está en cómo se ha producido ese error y cómo se gestiona luego. Me explico:
Una cosa es equivocarse aún haciendo todo lo posible para evitarlo, y otra muy distinta es equivocarse por no dedicar los mínimos de atención, dedicación y profesionalidad que cada caso requiere. Aquí estaríamos hablando de una mala praxis veterinaria o una negligencia veterinaria.
Luego, tras el error, existen dos opciones: reconocerlo y hacer todo lo posible por reparar el daño causado, o bien no hacer autocrítica y seguir incrementando el dolor provocado con ese error.
Abogada especialista en derecho animal y en negligencias veterinarias
Las negligencias veterinarias son complejas y tienen muchas particularidades específicas frente a las negligencias médicas. Por eso, es recomendable contar con un abogado especializado en derecho animal que además sea especialista en negligencias veterinarias.
Así es como yo trabajo en casos de negligencias veterinarias:
Me encargo de realizar todas las gestiones para que tú recuperes la calma que necesitas en estos momentos tan duros.
De esta manera, evitas el malestar de tener que hablar con el veterinario, o de tener que estar reviviendo los hechos una y otra vez.
Puedes seguir con tu vida con la tranquilidad de que yo me estoy encargando de ello.
Te iré informando de los avances y de las dificultades que vayan surgiendo.
No puedo garantizarte ningún resultado, pero sí puedo garantizarte dedicación, esfuerzo y perseverancia por mi parte.
Asesoramiento jurídico en negligencias veterinarias
Entonces, ¿cuándo se considera que existe una mala praxis veterinaria?
Lo que te voy a decir es una obviedad, pero es importante:
Yo no soy veterinaria. Soy abogada especialista en derecho animal. El juez que vaya a decidir sobre el caso (si es que se llega a juicio), tampoco.
Por eso es imprescindible tener un informe pericial de un veterinario imparcial que concluya que efectivamente hubo una mala praxis veterinaria.
Pero no te preocupes por eso, también me encargo yo de esta gestión.
¿Qué hacer o cómo actuar si mi animal sufre una negligencia veterinaria?
Si crees que te encuentras ante un caso de negligencia veterinaria, te recomiendo lo siguiente:
En el supuesto de que el animal no haya fallecido y tengas dudas sobre su diagnóstico o tratamiento, pide una segunda opinión cuanto antes.
En el caso de que ya haya fallecido, es importante hacer una necropsia de su cuerpo.
Por el contrario, si ha fallecido y ya ha sido incinerado, será todavía más importante que solicites y conserves toda su documentación veterinaria (historia clínica, informes, pruebas diagnósticas, facturas, recetas, etc.).
Si necesitas asesoramiento especializado para negligencias veterinarias, escríbeme y cuéntame lo sucedido.
Esto es lo que ya NO tendrás que hacer ante una negligencia veterinaria si trabajas conmigo:
Buscar ni contactar con ningún veterinario perito.
Revivir una y otra vez lo sucedido.
Insistir para obtener respuestas, porque lo haré yo.
Buscar más información legal.
Enfrentarte a tu veterinario.
Contactar con el Colegio de Veterinarios.
Defensa jurídica en negligencias veterinarias
¿Dónde y cuándo denunciar una negligencia veterinaria?
Lo habitual en los casos de mala praxis veterinaria es que puedas llevar a cabo dos tipos de acciones (una después de otra, ambas a la vez o solo una de ellas):
Existe la posibilidad de interponer una queja o una denuncia ante el Colegio de Veterinarios, para que evalúe si ha habido una infracción de las normas deontológicas que regulan la profesión veterinaria y se tomen las medidas oportunas.
También existe la posibilidad de reclamar al veterinario toda la información que necesitas e intentar llegar a un acuerdo sobre lo sucedido. Si no es posible, se podrá interponer una demanda por negligencia veterinaria, y que sea un juez quien decida si, efectivamente, ha habido negligencia veterinaria o mala praxis veterinaria.
Lo mejor es actuar cuanto antes, para evitar que se puedan perder pruebas con el paso del tiempo y para que no prescriba la acción (legalmente, pasado un tiempo determinado, la prescripción implica que ya no puedes reclamar, por mucha razón que tengas).
¿Existe indemnización por
negligencia veterinaria?
Depende.
Hay que tener en cuenta varios factores a la hora de solicitar una indemnización por negligencias veterinarias.
En primer lugar, hay que distinguir la vía administrativa (la queja o denuncia al Colegio de Veterinarios) de la vía civil (la reclamación amistosa o judicial). Solo en la vía civil se puede conseguir una indemnización, ya sea porque se llega a un acuerdo con el veterinario o porque el juzgado dicta una sentencia confirmando la negligencia veterinaria.
En segundo lugar, es fundamental probar que efectivamente hubo una negligencia veterinaria. Para ello, será necesario contar con el informe pericial de un veterinario especializado, el cual se encargará de evaluar si efectivamente ha habido o no una mala praxis.
Por último, será necesario que esa negligencia veterinaria haya provocado unos daños, que son de tipo patrimonial (por ejemplo, los gastos veterinarios abonados) y de tipo moral (una indemnización por el daño moral sufrido a causa del fallecimiento o las lesiones/secuelas en el animal).
¿Qué dice la ley sobre las negligencias veterinarias?
La ley a la que debemos acudir es el Código civil, que trata, entre otras cosas, sobre la responsabilidad contractual (cuando hay un contrato de por medio) y extracontractual (cuando no hay un contrato) en las negligencias veterinarias.
El artículo 1.101 del Código civil dispone que “quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo o negligencia”.
Por otro lado, el artículo 1.902 del Código civil establece que “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Estos artículos, aunque son genéricos y se pueden aplicar a otras situaciones distintas, son los que permiten llevar a cabo una reclamación por negligencia veterinaria de los profesionales del ámbito animal, como es el caso de las malas praxis veterinarias.
También hay que tener en cuenta las normas que regulan la profesión veterinaria, y que son de ámbito estatal (aplicables en toda España), autonómico o provincial.
Las principales son el Código Deontológico, los Estatutos y el Reglamento. Y todas ellas establecen una serie de reglas y obligaciones para el ejercicio de la profesión veterinaria.
¿Y si mi mascota muere por una negligencia veterinaria?
Si el animal con el que convives fallece a causa de una negligencia veterinaria, podrás reclamar una indemnización que comprenda los siguientes daños:
• Daño patrimonial: Por ejemplo, los gastos asistenciales de veterinario (intervenciones quirúrgicas y tratamientos), la eutanasia, la incineración, la necropsia…
• Daño moral: Esta indemnización viene a compensar todo aquel dolor, sufrimiento y angustia generado por ver sufrir al animal y por su pérdida.
Si, afortunadamente, el animal no ha fallecido pero ha sufrido lesiones o le han quedado secuelas, también se podrá reclamar.
Es posible que te sea incómodo hablar de dinero, porque sientas que estás mercantilizando la vida de tu animal.
Pero no se trata de eso.
Se trata de conocer la verdad de lo ocurrido, que se reconozcan los errores si es que los ha habido, y que se repare en la medida de lo posible el daño causado.
Lamentablemente, si el animal ha fallecido, la única reparación pasa por una indemnización económica por una mala praxis veterinaria.
Si te sigue resultando incómodo, piensa que siempre podrás destinar ese dinero a animales que lo necesiten, a través de asociaciones o protectoras que se dediquen a su rescate y a defender sus derechos.
Para terminar…
Tienes más información sobre las obligaciones veterinarias y las quejas/denuncias ante el Colegio de Veterinarios en este artículo.
Un último apunte: soy consciente de que la veterinaria es una profesión difícil que conlleva mucha responsabilidad.
También me consta que existen grandes profesionales que desempeñan su trabajo con una gran dedicación y cariño.
Lamentablemente, en ocasiones, las prisas, el estrés constante y otros muchos factores tienen un resultado sumamente triste. Y, ante ello, la única opción es asumir la responsabilidad e intentar reparar el daño en la medida de lo posible.
Repito: todos cometemos errores, la diferencia está en…
Si hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para evitarlos.
Y qué hacemos luego con esos errores.
¿Quieres saber qué opinan las personas que han trabajado conmigo?
“Antes de trabajar con Irene me encontraba totalmente perdida con relación a mi problema. Irene me ha ayudado con asesoramiento y una buena defensa. Lo que más me gusta de su forma de trabajar es la honestidad, la claridad y la inmediatez de respuesta”.
“Tuve un problema relacionado con una prestigiosa clínica veterinaria para el que se precisaban ciertos conocimientos legales y así poder tratar el tema, ante la impotencia de la situación. Recibí de Irene orientación acerca de un problema legal con aristas complicadas de abordar que solo conociendo bien el tema e investigando sobre ello podía tratarse. Lo que más destaco de Irene es su seriedad y honestidad ante las adversidades”.
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