Más vale prevenir que curar, ¿verdad?
También estarás de acuerdo conmigo en que el perro que se comporta de forma agresiva no tiene ninguna culpa.
La responsabilidad de cuidar de nuestros animales y proporcionales el mayor bienestar físico, psíquico y emocional es siempre nuestra.
Si cuando paseas a tu perro sueles encontrarte con personas que no llevan correctamente al suyo, y tienes miedo de que algún día pueda atacar a otros animales, esto es lo que puedes hacer.
¿Qué hacer?
En primer lugar, lo más rápido y sencillo es hablar con la persona responsable del perro (la palabra «dueño» no me gusta demasiado ;)).
Si esto no da resultado, podrás denunciar la situación ante el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento debería hablar con esta persona y, según los casos, se podría iniciar una mediación para llegar a un entendimiento.
Otra posibilidad es la de iniciar un procedimiento sancionador si se está cometiendo alguna infracción administrativa.
Ejemplos de conductas prohibidas son llevar al animal sin correa en lugares no habilitados para ello, o bien llevarlo sin bozal cuando legalmente sea obligatorio.
Será importante conocer las obligaciones que tu Ayuntamiento impone en cuanto a la tenencia de animales en la ordenanza municipal.
También será importante tener en cuenta las obligaciones previstas en la ley autonómica de protección animal de la comunidad autónoma en la que residas.
Además, será necesario conocer las normas de ámbito estatal que puedan ser aplicables (como las relativas a los perros considerados como potencialmente peligrosos).
¿Cómo actuará el Ayuntamiento?
Las administraciones, en este caso, el Ayuntamiento y/o los agentes, deben velar por el cumplimiento de la ley y también por mantener una buena convivencia de la ciudadanía.
De hecho, es muy frecuente que los Ayuntamientos tengan agentes cívicos, que no forman parte del cuerpo de Policía Local o Urbana, pero que pueden colaborar con ellos.
Su tarea consiste en sensibilizar a la ciudadanía en cuanto a sus derechos y obligaciones y fomentar una convivencia pacífica y respetuosa, especialmente en los espacios públicos.
Si es en tu comunidad de propietarios donde tiene lugar el conflicto, antes de acudir al Ayuntamiento habla de ello en la comunidad para, así, intentar alcanzar una solución.
Si no es posible, el Ayuntamiento podrá intervenir también, a través de la sensibilización, la mediación o incluso la imposición de sanciones.
Insisto, más vale prevenir que curar.
Desgraciadamente, de vez en cuando, este tipo de incidentes no se quedan solo en el susto.
A veces, pueden conllevar la causación de lesiones o incluso la muerte de nuestro animal por parte del otro.
Si tu perro o tú ya habéis padecido un ataque, esta información podrá serte útil.
Si no es tu caso, pero quieres hacer lo posible para intentar que eso no ocurra, contacta conmigo para estudiar tu situación concreta, darte respuestas y encargarme de las gestiones para que tú no tengas que ocuparte de nada.
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