¿Qué diferencia hay entre interponer una denuncia o una querella?
Tanto la denuncia como la querella sirven para comunicar la existencia de un posible delito y, con ello, iniciar un procedimiento penal.
Ahora bien, existen diferencias entre ambas figuras, y la más relevante consiste en que la denuncia no permite al denunciante ser parte en el proceso, mientras que la querella sí.
Intervenir en el proceso es importante para poder participar en la investigación, mediante la solicitud de diligencias que se deberán practicar para comprobar los hechos.
Otras diferencias a tener en cuenta son que, por un lado, la querella debe cumplir una serie de requisitos formales y debe presentarse con abogado/a y procurador/a.
Por otro lado, en la querella debe prestarse fianza (aunque hay excepciones), mientras que la denuncia no conlleva ningún coste.
Hay que tener en cuenta, además, que la denuncia es una obligación (mientras que la querella es un derecho).
Ello significa que quien es conocedor de la comisión de un delito está obligado a ponerlo en conocimiento de las autoridades, salvo si la persona denunciada es cónyuge, ascendiente o descendiente, etc. del denunciante.
Tampoco tienen la obligación de denunciar los menores, ni los/as abogados/as y procuradores/as, así como los eclesiásticos, en el ejercicio de sus funciones.
Lo curioso es que la Ley castiga el incumplimiento de denunciar con una multa de «25 a 250 pesetas», lo que equivale a una multa de 0,15 euros a 1,50 euros.
Esto es así porque la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es la norma que regula esta cuestión, mantiene, en este aspecto, la redacción del año 1955, no habiéndose actualizado esta cuestión en las posteriores reformas de esta Ley.
¿Dudas sobre si es mejor denunciar o interponer querella?
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